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lunes, 7 de noviembre de 2011

Mourinho4Image via WikipediaHay pocos atletas que reúnan las condiciones musculares y metabólicas de Ángel di María. Pero este zurdo capaz de esprintar y recuperarse regularmente a lo largo de 90 minutos es mucho más. Es un futbolista extraordinariamente eficaz para llevar los contragolpes, es el máximo asistente de la Liga y es sobre todo el hombre más apreciado por José Mourinho. Tal y como entiende el juego y el negocio el entrenador del Madrid, la adhesión es un valor supremo. Di María, de 23 años, es su hombre más leal. 

La pérdida del jugador argentino, que debió abandonar el campo el domingo, durante el partido contra Osasuna, supondría una alteración importante en los planes de Mourinho. El examen médico al que fue sometido ayer reveló, según fuentes oficiales del Madrid, que Di María sufre una rotura del bíceps femoral. Según las mismas fuentes, el jugador tardará un mes en curar el muslo dañado y en estar disponible para competir. Las fechas no son irrelevantes: el 10 de diciembre el Barcelona visita Chamartín.
El recuerdo de la última final de Copa revela la importancia de Di María en el esquema del Madrid. Fue el jugador que, en un contragolpe vertiginoso, previa triangulación con Marcelo, le puso el centro del gol decisivo a Cristiano Ronaldo. El curso pasado, Mourinho pedía a sus jugadores que canalizasen los ataques hacia las bandas. Aquellas maniobras buscaban los espacios a la espalda de los laterales contrarios, escenario ideal para el lucimiento de Cristiano, Di María o Marcelo. Nadie generó más dificultades a los laterales del Barça, sea por la derecha o por la izquierda, que Di María.
Esta temporada, Mourinho auspicia otro tipo de movimientos, un juego más interior, en el que también pueden destacar Kaká o el propio Di María. Desde que se reincorporó tras las vacaciones, el atacante ejerce menos de extremo, dosifica la gambeta, va más hacia dentro, busca los apoyos, hace más la pausa y da muestras de distinguido pasador.
Las estadísticas menos generosas le conceden nueve asistencias en esta Liga. Pero ha sido el autor de más pases que acabaron en gol en la misma jugada. En todos los casos, Di María figura como el mejor asistente del campeonato.
El presidente madridista, Florentino Pérez, se horrorizó cuando debió pagar 35 millones por Di María para satisfacer la demanda de Mourinho hace un año. El técnico lo pidió con vehemencia y el jugador siente que le debe su presente y su futuro. Ese vínculo que le une a Mourinho y su agente, Jorge Mendes, le proporciona seguridad, pero le aísla en la plantilla. Di María no pertenece a ningún grupo, ni de españoles ni de portugueses. Es de Rosario. Es canalla. Es devoto de san Expedito. Por lo demás, le basta con su lealtad a Mou.
Varios jugadores, pero sobre todo Özil y Kaká, observan la situación con recelo. Creen que, mientras ellos deben competir por un puesto, el argentino lo tiene asegurado de antemano. Por eso se indignan cuando Mourinho los ignora hasta que Di María da un pase de gol o hace un gol él mismo. Se molestan cuando ven al técnico inmutable hasta que salta emocionado solo para felicitar a Di María o, como hizo en Málaga, para meterse en el campo a abrazarlo.
Özil y Kaká ya saben que Mourinho pone la lealtad en el sagrario. Di María le venera, luego él venera a Di María.

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En su cuarto curso al frente del Barcelona, Guardiola nunca había visto tan de lejos a su máximo rival. Y han pasado 125 jornadas. El triunfo blanco ante Osasuna, combinado con el empate azulgrana en San Mamés, arroja una diferencia entre ambos de tres puntos en la clasificación. La mayor renta desde los dos puntos que logró el Madrid tras las dos primeras jornadas de la primera temporada de Pep, con tropiezos ante Numancia y Racing de Santander.

Al Madrid le llueven elogios desde todas partes. Cada vez juega mejor y la amplitud de su plantilla da miedo. El debut de Sahin el domingo hace soñar a los madridistas con su tándem en el centro del campo junto a Xabi Alonso. Una pareja llamada a hacer las delicias del Bernabéu. Si Mourinho fue el centro de las críticas cuando renunciaba al ataque y salía a destruir, ahora también debe ser suya buena parte del mérito de que el Madrid sea líder, meta tantos goles y despliegue un juego vistoso y alegre que complace a sus seguidores.

Una de las armas de «Mou» es su plantilla. Hoy juega Marcelo. Mañana lo hace Coentrao. Hoy marca Higuaín un «hat trick». Mañana lo hace Benzema. Kaká se inventa hoy un pase genial. Mañana lo hace Özil. El poderío del Madrid es inmenso y Mourinho lo está gestionando a la perfección hasta ahora. La goleada ante Osasuna dejó una mala noticia. Di María, al que ayer se le hicieron pruebas para confirmar el diagnóstico, se lesionó en el bíceps femoral –el músculo que ha hecho estragos en la plantilla del Barça– y estará entre tres y cuatro semanas de baja. El objetivo de los servicios médicos es recuperarlo para el clásico del próximo 10 de diciembre en Madrid.

El choque del Bernabéu ha pasado a ser decisivo para el Barça tras los últimos resultados. Los azulgrana aún no han perdido, pero ya suman cuatro empates, uno en casa y tres fuera. Demasiados puntos desperdiciados para llegar a Chamartín con cierta tranquilidad. Si se mantiene esta diferencia, los de Guardiola no podrán permitirse el lujo de salir derrotados del primer clásico de la temporada. Seis puntos se antojarían una diferencia brutal ante el estado de forma del Madrid.
Xavi, decepcionado con Ibrahimovic
Después del empate en San Mamés, el Barça se ejercitó ayer  suavemente en Sant Joan Despí y Xavi Hernández fue el designado para ofrecer las impresiones del vestuario sobre la actualidad. El de Terrassa desaprobó las últimas declaraciones de Zlatan Ibrahimovic criticando a Pep Guardiola. «Me sorprende y me decepciona un poco. Estuvo muy a gusto aquí, con nosotros, le cuidamos muchísimo y vio que era un vestuario magnífico», explicó. Le preguntaron al egarense por una supuesta campaña mediática de desestabilización contra el Barça y su respuesta no dejó lugar a dudas: «Yo pienso en jugar al fútbol, no entiendo de campañas ni quiero entender». Xavi destacó el partidazo de «La Catedral». «Se agradecen equipos como el Athletic, que vayan arriba desde el primer minuto y te pongan las cosas difíciles», dijo. El azulgrana no está preocupado por la diferencia de tres puntos con el Madrid: «Sabemos que estamos haciendo bien las cosas, que estamos a un nivel físico y técnico muy bueno. Jugando como en Bilbao ganaremos muchos partidos y aún queda mucha Liga». También ensalzó a Guardiola: «Hemos aprendido mucho del míster, nos explica el porqué de las cosas».